El incienso es un material el
cual genera aroma cuando se quema, su sobredosis puede ocurrir cuando alguien
de manera accidental o intencionalmente inhala o lo ingiere en manera de
incienso líquido. El incienso sólido no se considera tóxico.
Entre los compuestos del incienso
encontramos: aceites aromáticos, nitratos, nitritos (incluyendo el nitrito de
amilo)
El calentamiento o la
combustión de sus ingredientes, algunos naturales y otros sintéticos, producen
emisiones de benceno, formaldehído y acetaldehído, que son peligrosos cuando
superan determinada concentración (más de 2 microgramos por metro cúbico de
benceno).
Algunos de los síntomas que vamos
a encontrar en caso de intoxicación por sus compuestos son:
·
Ojos,
oídos, nariz y garganta
o Visión borrosa
o Ardor y dolor en la garganta
o Quemaduras en los ojos
·
Gastrointestinal
o Dolor abdominal
o Diarrea (acuosa, con sangre)
o Vómitos
·
Corazón y
sangre
o Presión arterial baja
o Metahemoglobinemia
·
Pulmones
o Disnea
o Taquipnea
·
Sistema
nervioso
o Coma
o Euforia
o Convulsiones
o Estupor
·
Piel
o Cianosis
o Erupción
Como médicos debemos medir y
vigilar los signos vitales, incluyendo la temperatura, el pulso, la frecuencia
respiratoria y la presión arterial. Los síntomas se tratan según el caso. De
acuerdo a la gravedad podemos considerar:
·
Intubación
·
Endoscopía
·
Líquidos
por vía intravenosa (IV)
·
Lavado
gastrico
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